Las mujeres en Sechura, en la costa norte del Perú, están desafiando el machismo y fortaleciendo sus emprendimientos con Creciendo Con Su Negocio.
Al norte de Perú, en la Bahía de Sechura predomina la pesca y acuicultura por la riqueza del mar. Además de este capital natural, existe un capital social que impacta positivamente en las redes de trabajo: las mujeres que vienen tejiendo redes de soporte con sus madres, hijas, vecinas y amigas, creando nuevos espacios de sororidad para enfrentar los retos del presente.
Sin embargo, las barreras históricas en Sechura obstaculizan su competitividad. Un diagnóstico del Ministerio del Ambiente, el Gobierno Regional de Piura y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló que el 57% de mujeres de la bahía trabaja informalmente en actividades relacionadas a la pesca y el 86% gana menos de 930 soles al mes.
El machismo y la violencia basada en género también impiden que ellas accedan a oportunidades en igualdad de condiciones. Para la artesana Digna Chapilliquen es “todo un reto ser mujer en Sechura”. “Los hombres piensan que somos menos y que nuestro rol está limitado al cuidado del hogar”. Además, los estragos del covid-19 todavía se sienten con fuerza y es que cerca del 78% de las emprendedoras en Sechura aseguró que la venta de sus productos y sus ingresos se redujeron de manera significativa en la pandemia.
Es dentro de este contexto que la Iniciativa de Pesquerías Costeras en Perú (CFI) — ejecutada por el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de la Producción y los Gobiernos Regionales de Tumbes y Piura, con la cooperación técnica del PNUD y financiamiento del Fondo Mundial del Ambiente (GEF) — , implementó la metodología Creciendo Con Su Negocio para fortalecer los emprendimientos liderados por mujeres vinculados a la pesquería y acuicultura artesanal en la Bahía de Sechura.
A través de esta metodología del PNUD, cuatro asociaciones lideradas por mujeres, cuyos negocios fueron paralizados por la pandemia, recibieron asistencia técnica empresarial durante nueve meses, con el objetivo de articularlos a mercados de más alto valor y generar ingresos sostenibles.
Potenciando la innovación productiva
Susana Ramírez, presidenta de la Cooperativa de Mujeres para Confección Textil — Puntadas que Unen Puerto Rico — Bayóvar, recuerda el momento cuando quiso unirse a una asociación y no la dejaron por ser mujer.
“Ahí supe que tenía que conformar mi propio negocio”, asegura quien creó esta cooperativa que tradicionalmente confeccionaba prendas de vestir. “Sin embargo, un día se nos ocurrió producir trajes de agua para los pescadores que no cuentan con la indumentaria necesaria para entrar al mar”.
Creciendo Con Su Negocio contribuyó a la innovación productiva en un nuevo nicho de mercado. “Llegó en un momento necesario, nos ayudó a hacer algo diferente y a desafiar a las empresas más grandes que hacen mandiles para pescadores”. Asimismo, la metodología apoyó a que se organicen de la manera más efectiva para cumplir con las obligaciones del negocio. “Aprendimos a ser más responsables y a tener una visión a largo plazo”, menciona Ramírez.
Promoción del trabajo local
Para la Asociación Oasis Production Chusis, esta metodología hizo posible su sueño de tener un restaurante campestre. “Siempre hemos puesto el corazón para llegar a nuevos horizontes”, dice Flaviano Flores, quien fue el primer presidente de esta asociación que cría tilapias. “Las cultivamos de manera sostenible, reciclando el agua de los pozos cada dos semanas para regar los cultivos”, agrega. “Antes pensábamos en ser solamente criadores, sin embargo, nos motivamos a tener un restaurante”.
Durante el último año, el proceso llevó a que la asociación tenga un incremento del 400% en sus ventas y del 667% en los ingresos por familia. Asimismo, sus clientes aumentaron en un 400%, y tuvieron una reducción del 15% en sus costos de producción. “Nos dio el aliento que necesitábamos para seguir adelante y ahora tenemos la oportunidad de dar trabajo a otras personas de la comunidad”, asegura Jorge Querevalú, miembro de la asociación.
Digitalización para la reactivación
La pandemia confirmó que la digitalización es indispensable para la resiliencia personal y empresarial. Para la Asociación de Mujeres Productivas, Artesanas y Multiservicios (AMPAM), que desarrolla artesanía decorada con recursos naturales, como las conchitas de mar, el uso de las herramientas digitales fue fundamental.
“Creciendo con Su Negocio nos desafió desde el día uno a aprender nuevas cosas. Hoy me considero experta en vender a través de WhatsApp, Instagram y Facebook y por eso me siento muy agradecida”, menciona la artesana Ana Kary Silva.
Además de capacitarlas en el uso de las redes sociales para vender y acercarse directamente a clientes en el resto del país y el mundo, la metodología las conectó con empresas ancla, como Niko Internacional y Dédalo Arte y Artesanía, para promover la venta continua de sus productos, conllevando a un incremento de más del 27% en sus ventas.
La metodología del PNUD también capacitó a las emprendedoras en la importancia de la formalización, los distintos regímenes tributarios y formas jurídicas en el Perú, al igual que en cómo registrar sus ingresos y egresos para cumplir con sus obligaciones tributarias.
Adicionalmente, contribuyó a la digitalización financiera, con la apertura de billeteras digitales, y se enfocó en adaptar la oferta de las asociaciones para que responda a los requerimientos del cliente, y a lo largo de este proceso, se aseguró que la calidad de los productos sea la mejor posible.
“Creciendo con Su Negocio nos desafió desde el día uno a aprender nuevas cosas. Hoy me considero experta en vender a través de WhatsApp, Instagram y Facebook y por eso me siento muy agradecida”, menciona la artesana Ana Kary Silva.
Además de capacitarlas en el uso de las redes sociales para vender y acercarse directamente a clientes en el resto del país y el mundo, la metodología las conectó con empresas ancla, como Niko Internacional y Dédalo Arte y Artesanía, para promover la venta continua de sus productos, conllevando a un incremento de más del 27% en sus ventas.
La metodología del PNUD también capacitó a las emprendedoras en la importancia de la formalización, los distintos regímenes tributarios y formas jurídicas en el Perú, al igual que en cómo registrar sus ingresos y egresos para cumplir con sus obligaciones tributarias.
Adicionalmente, contribuyó a la digitalización financiera, con la apertura de billeteras digitales, y se enfocó en adaptar la oferta de las asociaciones para que responda a los requerimientos del cliente, y a lo largo de este proceso, se aseguró que la calidad de los productos sea la mejor posible.
En efecto, el proceso las ha hecho ver que no tienen que depender de sus esposos y que ellas mismas son gestoras de su propio desarrollo. “En Bayóvar hay demasiado machismo. Muchas veces nos dicen que no podemos y a veces lo creemos. Pero debemos de cuestionarlo. ¿Por qué no puedo? Sí puedo”, dice Susana Ramírez de Puntadas que Unen.
De la mano de Creciendo Con Su Negocio, el PNUD en Perú apuesta por el fortalecimiento de los pequeños emprendimientos, sobre todo aquellos liderados por mujeres, para contribuir a la resiliencia y empoderamiento de sus participantes, y así fomentar el crecimiento económico inclusivo, tomando en consideración las potencialidades del territorio, para que nadie se quede atrás.