Jóvenes e indígenas, activistas hacia una mayor representación política en Perú

PNUD Perú
7 min readAug 10, 2022

Pese a incentivos como la cuota en candidaturas electorales, las juventudes indígenas en Perú no se ven representadas. Por el Día Internacional de la Juventud, los avances y retos de esta población, de cara a las Elecciones Regionales y Municipales 2022.

Ilustración: Orlando Tapia

Jhonn Keler tiene una manera particular de ver la representación política. Sus referencias lo llevan a imágenes de jóvenes como él: indígenas activistas que hacen escuchar sus voces para mejorar su entorno; una imagen muy distante de la concepción tradicional, asociada a cargos de gestión pública. Esto evidencia una brecha tangible entre lo que la juventud indígena considera hoy su verdadero reflejo en espacios de activismo, con la clase política que toma las decisiones. La falta de identificación de las juventudes con el diseño de políticas públicas es una verdadera preocupación.

Jhonn Keler Diaz Coronado tiene 27 años, es de ascendencia indígena amazónica, por sus abuelos que pertenecían a la población Kokama Kokamilla, y es líder de Espíritu Verde Amazónico, una organización civil que promueve la educación ambiental en temas como el tráfico de fauna silvestre, la tala ilegal y la contaminación de ríos. Espíritu Verde, es una de las 100 organizaciones civiles que son parte de Redpublica.pe, una plataforma de participación política y ciudadana que lidera el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Aunque la gran cantidad de personas jóvenes interesadas en hacer cambios le genera entusiasmo al activista ambiental, también le parece incómodo ahondar en algunas reflexiones en las que no llega a conciliar su labor de cuidado por la Amazonía con la imagen de alguien como él ocupando un cargo político. Pues, si ser joven en el Perú, ya coloca a una persona en situación de vulnerabilidad, y representa un gran reto y limitaciones para asumir cargos públicos; ser joven e indígena, configura un cruce de situaciones que hace que las barreras a las que se enfrentan sean aún mayores.

Jhonn Keler Diaz Coronado, de 27 años, lidera Espíritu Verde Amazónico, organización civil que promueve la educación ambiental en temas como el tráfico de fauna silvestre, la tala ilegal y la contaminación de ríos.

Una gran parte de la población peruana no representada

Los pueblos indígenas andinos y amazónicos alcanzan casi el 26% de la población de nuestro país, con cerca de 6 millones de peruanas y peruanos, según el último censo en 2017. Aún así, hasta hoy, este grupo humano, que simboliza casi la tercera parte de nuestra nación, tiene una representación insuficiente en cargos políticos.

Desde hace 20 años, el gobierno peruano viene promoviendo una mayor participación de líderes y lideresas indígenas en la política a través de la cuota del 15% en la inscripción de las listas de candidaturas. Sin embargo, este porcentaje corresponde únicamente a postulaciones a cargos de gestión como consejerías regionales y regidores provinciales o distritales, no incluye a cargos ejecutivos que apuntan a gobiernos regionales, alcaldías provinciales o distritales.

Escucha la crónica en aymara 🔊

Además, pese al fomento, históricamente los resultados en cuanto a elecciones han sido adversos. Ejemplo de ello son las últimas tres elecciones regionales y municipales. Aunque el número de candidaturas por la cuota indígena ha ido en aumento, habiéndose casi triplicado entre 2010 y 2018, el promedio de autoridades que efectivamente son electas no supera el 7.1%. El panorama apunta a que la problemática se debe a una cuestión de jerarquía de números en las listas de quienes aspiran a un puesto público.

Para Milagros Suito, a cargo de la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica Ciudadana del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), es necesario entender las diferencias del sistema electoral para las postulaciones, pues son distintas las fórmulas para quienes candidatean a la presidencia, vicepresidencia o a las listas de consejo regional, y para las listas municipales, que es normalmente a lo que aplica a la mayoría.

“Evidentemente, la ubicación es importante. En 2017, en el grupo de participación política indígena, se presentó la iniciativa legislativa que quería hacer la modificación a la ley de elecciones regionales para que la cifra repartidora se aplique diferenciadamente y haya posibilidad de que los candidatos que integren estas listas al consejo, puedan resultar elegidos”, comenta. “Esto se presenta porque, según la evidencia que identificamos en 2014, solo 16 consejeros indígenas fueron elegidos. En 2018, el número subió a 34 porque se dio la ampliación de las zonas para la aplicación de la cuota [del 15%], pero aún es un número bajo”.

Para estas Elecciones Regionales y Municipales 2022, la experta señala que es posible que los jóvenes indígenas que encabezan las listas de candidaturas logren un porcentaje similar al del proceso de 2018, con un 4 a 5%. Sin embargo, agrega que aún hay trabajo por hacer desde el JNE para la identificación de candidatos y candidatas jóvenes e indígenas, ya que en la declaración jurada de vida de los postulantes no existe ninguna pregunta de identificación étnica.

Escucha la crónica en quechua collao 🔊

El peso del rechazo indígena

Amachay es una organización civil en Puno, al sur andino del Perú, que presta servicios de orientación legal, apoyo psicológico y asistencia social, y también forma parte de Redpública. Uno de sus voluntarios, Alercio Laura, tiene 26 años y es intérprete quechua. Sus padres y abuelos nacieron en la zona rural de Azángaro, Puno, e inculcaron en él los valores y costumbres de su poblado, los cuales fue amoldando con un perfil más académico.

Alercio estudió derecho en Lima y además llevó su lengua materna, el quechua, a un campo laboral. Sin embargo, no siente que su formación y la revalorización de su lengua fueran apreciados en la capital; al contrario, pasó situaciones de discriminación por vestir su ropa tradicional o, incluso, hablar el español con muletillas, o como él dice con “motes”. Si bien Lima tiene la mayor cantidad de población indígena en Perú es al mismo tiempo el escenario más hostil con las personas autoidentificadas como indígenas.

Así como con Alercio, la discriminación hacia la población indígena es una problemática latente que afecta en diversos sentidos. Cuando esta es trasladada a jóvenes, el impacto discriminatorio toma direcciones que calan de manera individual o colectiva, y mellan en la interacción social, escalando en aspectos como la participación política y, por consecuencia, en la representación.

Alercio Laura, de 26 años, es intérprete quechua y voluntario en Amachay, organización civil en Puno, que presta servicios de orientación legal, apoyo psicológico y asistencia social.

“Hay una afectación psicológica por el sistema que está establecido, ya que por mucho tiempo no hubo participación política indígena. Hasta hoy se piensa que esta pertenece a una actividad que se da únicamente en las grandes urbes y que, por lo general, la participación indígena se da en espacios sociales, pero no en la política. Al suceder esto, hace que carezcamos de representantes”, comenta Alercio.

Para Deisy Gonzáles, fundadora y encargada del área psicológica de Amachay, lamentablemente no existe mucha participación política juvenil indígena en la ciudad altoandina y esta se caracteriza más por tener una aspiración basada en sueños. Gonzáles explica que esta denominación responde a un sentir juvenil frente a la sistemática discriminación que existe en Puno, en la que la participación política es exclusiva para hombres mayores y no para mujeres o jóvenes.

“Me acuerdo que una vez, en las actividades que tiene la municipalidad con la sociedad civil, se reunieron distintas autoridades con personas de distintos lugares para hablar sobre sus localidades, pero a la reunión no fueron invitados jóvenes; pese a ello, igualmente asistieron para presentar sus propuestas, y la respuesta de los mayores fue que los jóvenes no servían para nada por su falta de experiencia”, agrega.

Sandra Cabanillas, de 24 años, es parte de Generación GovTech, donde presentó una propuesta de solución tecnológica para aportar al ordenamiento de la movilidad en Cajamarca.

Nuevas salidas en búsqueda de una mayor representación

Sandra Cabanillas tiene 24 años, es de Cajamarca, se autoidentifica indígena y como parte de Generación GovTech, iniciativa descentralizada de innovación de la plataforma Redpública, presentó una propuesta de solución tecnológica para aportar al ordenamiento de la movilidad en su ciudad.

Para Sandra, la participación política en Cajamarca tiene una manera muy distinta de regirse, porque las rondas campesinas tienen un peso muy alto en el ámbito político. Aun así, cree que con nuevos espacios, más acordes a su generación, como la tecnología, se puede llegar a generar una mayor representación

“Los espacios de innovación tecnológica son un medio bastante bueno para hacer escuchar nuestras voces. Antes, no tuve la oportunidad de proponer ideas o debatir con respecto a problemas que existen en mi sociedad”, señala.

Según un reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 55% de hogares en Perú tuvieron acceso a internet en el último trimestre 2021, mostrando un claro salto de mejora en la brecha digital a un año del inicio de la pandemia. Sin embargo, si diferenciamos según ámbito rural o urbano, aunque ambos han presentado avances, en zonas rurales la cifra cae a poco más del 20%. Aun así, la innovación se sigue presentando como una ventana de oportunidad de inclusión, sobre todo considerando que la mayor parte (37 %) de candidaturas indígenas en las Elecciones Regionales y Municipales 2022 son jóvenes menores de 30 años.

Por otro lado, así como la innovación, la formación también es un aspecto fundamental para acortar las brechas de la participación de población joven e indígena. Por ello, desde el 2021, el JNE en alianza con el PNUD e IDEA Internacional, vienen impulsando el Programa de Participación Político Indígena que busca acortar las brechas de conocimientos de candidatas y candidatos indígenas a partir de una propuesta híbrida que considera también la virtualidad.

En definitiva, la mejora en la participación política y la representación de las juventudes indígenas en el Perú, aún tiene un largo y arduo camino por delante. Principalmente, en la lucha contra estereotipos y dotación de espacios simbólicos y de decisión a este grupo. Pese a ello, es el “sueño” que comenta Deisy Gonzáles, el que hace participar a las juventudes, para a través del activismo y la innovación, ganar espacios y demostrar su aporte político y ciudadano.

Escucha la crónica en quechua chanka 🔊

Historias: Salvador Candia

--

--

PNUD Perú

Somos la red mundial para el desarrollo creada por las Naciones Unidas. Conoce más sobre nosotros, síguenos!