Monitores ambientales, nuevos profesionales frente a la crisis climática y los conflictos socioambientales

PNUD Perú
6 min readAug 1, 2023

“Me levanto a las 4 de la mañana, alisto la comida de mis hijos, y les explico que debo ir a capacitarme, que no les estoy abandonando, sino que voy por un compromiso que tengo con la comunidad”. Así relata Beatriz Yana, presidenta de la comunidad de Orcopampa en Arequipa, un día como monitora ambiental. Desde hace 2 años vigila la comunidad frente a la posible contaminación por la actividad minera.

La misma función ejerce Félix Vicuña, quien, como monitor ambiental de Tacna, hace seguimiento de los cambios del ambiente en el que vive. Relata que esta es una actividad ciudadana que, aunque exige una dedicación en campo y en capacitaciones, es poco reconocida. Beatriz y Félix son defensores no solo del ambiente, sino también del conocimiento como base del desarrollo humano. Es por eso que Beatriz afirma que “para monitorear uno va a capacitarse, esa es la base con la que informamos a la comunidad y es un trabajo constante”.

Ambos tuvieron la oportunidad de participar del IV Encuentro Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental en el que intercambiaron experiencias y saberes con más de 30 de estas iniciativas de 10 departamentos del Perú. Este gran encuentro permitió anunciar un paso trascendental que posicionará su rol a nivel nacional: la profesionalización del monitoreo ambiental.

Una simbiosis con la tierra

Orcopampa es un reservorio de agua importante, que en un solo anexo posee 40 lagunas donde se alimentan alpacas y aves. Sin embargo, Beatriz comenta estar preocupada por la disminución del nevado y del agua, “tengo una hija, me hubiese gustado que ella vea cómo era la naturaleza antes. No sé qué es lo que le tocará vivir”. Por eso, cuando le preguntan qué gana con el monitoreo ambiental ella responde que lo hace “por la necesidad de cuidar el medio ambiente y de saber un poco más”.

Las motivaciones de los monitores ambientales son personales y familiares, pero la emergencia ambiental que ocurre en el país también es una razón de peso. En el caso de Arequipa se pronostica que el 2029 el departamento sufrirá escasez hídrica. Una similar situación enfrenta Tacna, departamento que ya este año solicitó el estado de emergencia por escasez hídrica. Para Félix Vicuña, la preocupación se agudiza dado que la represa de Paucarani con la que se abastecen de agua para cultivo y consumo pasó de tener 10 millones de metros cúbicos a solo 3, “prácticamente estamos consumiendo nuestra reserva de emergencia” enfatiza el monitor.

Félix se describe a sí mismo como un hombre de campo, por lo cual posee una sensibilidad especial con la naturaleza: “desarrollamos una simbiosis al cuidar la tierra. Lo que afecte al ecosistema afectará mi familia y mi descendencia, esto no solo lo pienso yo sino todos los monitores ambientales”. Esto le motivó a integrar el Comité de Monitoreo Ambiental de Tacna, para vigilar los posibles impactos de la minería en la disponibilidad y calidad de agua en este departamento que tiene el mayor déficit de agua a nivel nacional.

Pasaron siete años

Los comités de monitoreo ambiental se reunían cada 4 años para discutir y acordar medidas que posicionarán su labor. Sin embargo, la pandemia interrumpió este proceso y durante 7 años no pudieron reunirse. “Este encuentro ha sido un volver a vernos y darnos cuenta que seguimos avanzando, pero que también varias fortalezas que teníamos se han debilitado” asegura Félix. Hoy integra un grupo impulsor para poder resurgir esta articulación, potenciar sus fortalezas y crear lo que será la Primera Red Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental.

Fortalecer la articulación de estas iniciativas ciudadanas es clave ya que el trabajo en red permite un intercambio de experiencias exitosas y la toma de decisiones. Actualmente no existe una articulación nacional que reúna a estos comités con una agenda de incidencia. Visibilizarlos es un primer paso importante, por eso existe un mapeo digital e interactivo, impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que reúne los perfiles de comités a nivel nacional y difundirá su trabajo con otros comités y autoridades.

El trabajo en red requiere de todos y todas. En esto coinciden las monitoras como Beatriz que asistieron al encuentro “tenemos que promover que la mujer debe ser líder, que ella puede”. Según una encuesta del PNUD, los comités de monitoreo tienen una presencia de mujeres de solo el 34%. Para revertir esta realidad, la monitora participó en la construcción de la Agenda Mujer, un documento con propuestas para impulsar la participación de monitoras ambientales para ampliar sus voces y liderazgos en los comités de monitoreo ambiental.

Nuevos cuadros de monitores ambientales

El conocimiento es la herramienta principal del monitor ambiental. Sin este, no podría identificar el nivel de ph del agua para confirmar su buen estado o medir la calidad del aire. “Es necesario involucrarse y ser partícipe, siempre es necesario capacitarse y que mejor si tenemos entidades que nos van a apoyar” indica Beatriz Yana, quien resaltó su participación en el IV Encuentro Nacional y desea abrir este espacio a sus compañeras. “Cómo me gustaría que más compañeras vayan a estos espacios porque realmente una sale empoderada”.

Tradicionalmente los monitores y monitoras ambientales se han enfocado en fortalecer sus conocimientos técnicos para ejercer sus labores, sin embargo es necesario dar un salto hacia un rol de facilitación del diálogo y de paz. En el Perú se registran 200 conflictos mensualmente, muchos de los cuales son socioambientales. Una mejor mediación con data científica de los territorios acelerará la resolución de estos conflictos y la generación de soluciones para el cuidado del ambiente.

Por ello, desde el PNUD se da inicio a PVMAS, el Programa Formativo de Vigilantes y Monitores Ambientales, que potenciará el rol de estos actores en la mediación entre la comunidad, el Estado y la empresa para la prevención de conflictos. Este se estará implementando con comités de 4 regiones. Beatriz Yana y Félix Vicuña formarán parte de esta nueva promoción de profesionales del monitoreo ambiental.

El programa buscará fortalecer no solo conocimientos técnicos, sino también sus habilidades blandas. “La falta de conocimiento no ayuda a prevenir conflictos. Una comunidad mejor informada resuelve mejor esta situación. Nosotros informamos a la comunidad y aportamos con ideas” indica Félix, quien resalta la importancia del monitoreo para la construcción de la paz. A través de PVMAS, más de 160 monitores y monitoras ambientales podrán mejorar sus habilidades para el diálogo, alerta temprana sobre conflictos y toma de decisiones con autoridades.

Una nueva generación de monitores ambientales se alista para marcar un hito: la profesionalización de su labor. Esto requiere antes el reconocimiento de su rol en la normativa ambiental actual, poniendo en valor los conocimientos científicos y locales en la prevención de conflictos socioambientales. Los comités de monitoreo ambiental serán actores claves para acelerar la acción por el clima, la cual apuesta por la mejora de la educación ambiental y la capacidad humana e institucional para reducir los efectos del cambio climático.

Escribe: Andrés Espinoza / PNUD Perú

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